martes, 1 de noviembre de 2011

Un poco huraña
así desperté esta mañana
con un café frío
y un sordo zumbido

Ya no estás,
en mis sábanas no se enreda nadie
nadie llega
nadie se va

con nadie se chocan mis besos
nadie seca mis lágrimas
que se andan a rastras
pese a mi desconcierto

me di cuenta
algo tarde
de mi agresiva frialdad
yo te corrí

comprendo ahora
muy a mi pesar
que correré a muchos otros
para que no me hagan llorar